La epifanía o manifestación del Señor como Rey esperado, Hijo de Dios y Salvador; esa esperanza, ese amor, ese cumplimiento de las promesas de Dios, ese Espíritu de Dios encarnado en el hombre, VUELVE A LA VIDA AL MUNDO.
El Vaticano ha emitido una Declaración, Fiducia supplicans. Esta ha sido aprobada por el Santo Padre, en la que ha explicado el contexto y sentido de las bendiciones, tanto las que forman parte de la liturgia —de los sacramentos, específicamente—, como las que no.